San Juan, motivo de festejo y antiguamente el masivo encendido de fogatas. Una noche que hace exactamente 57 años, fue la cortina de humo real, aprovechada para perpetrar una matanza, ya que, un 24 de junio de 1967, por orden del gobierno del Gral. Rene Barrientos, en los campamentos mineros de Siglo XX y Catavi, ubicados en el norte de Potosí, se registró un atentado que, como otra muestra de injusticia en nuestra historia, quedó manchado de impunidad, la tristemente célebre masacre de San Juan.

Con la intención de desmovilizar y neutralizar a los sindicatos mineros, quienes eran la vanguardia de la lucha revolucionaria del movimiento obrero en el país, ya en 1965 el gobierno militar de Barrientos inició con la ejecución de un plan, a través de los denominados decretos de mayo, con los cuales se prohibieron los sindicatos, así como los partidos políticos, también se declararon a los campamentos mineros zonas militares y se redujeron los salarios de los obreros en un 45%.
Amenazados, perseguidos, y con sus líderes apresados o forzados al exilio, los sindicatos mineros de Siglo XX y Catavi, siguieron resistiendo, y en los posteriores dos años fueron madurando las ideas sobre cómo contrarrestar la situación adversa, por lo que decidieron convocar a diversos sectores a un ampliado nacional en fecha 24 de Junio, para tratar los siguientes temas: la reposición de salarios, la reincorporación de dirigentes y obreros y por último, lo que alerto al gobierno, el cómo apoyar a la guerrilla iniciada por el Ché unos meses antes en el país.
Ampliado frustrado por el sorpresivo ataque de las fuerzas militares, que con el inicio de disparos la madrugada del festejo de la noche de San Juan, terminó con decenas de asesinados y heridos. Un cruel acontecimiento que continua presente, especialmente, entre quienes habitan el espacio físico que fue el escenario ensangrentado.
Que nunca más el tener conciencia de clase, organizarse, reclamar condiciones y salarios justos, así como el legítimo derecho de apoyar las causas que luchan por la construcción de un estado socialista, sea la excusa para otra arremetida violenta.
Tener presente en la memoria colectiva estos acontecimientos, para aprender de ellos, es nuestra manera de honrar a nuestros mártires.
¡¡¡Que viva la clase obrera!!!.
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